Grandes Batallas de la historia, el Sitio de Malta (Gran Sitio de Malta). Europa está inmersa en una serie de conflictos militares en los que la religión juega un papel muy importante. Por un lado, en el norte y centro de Europa, protestantes se enfrentan a católicos, mientras que el control del Mediterráneo, está siendo disputado por islamistas (bereberes e Imperio Otomano, y católicos, entre los que destaca el Imperio Español. Centrados en esta última disputa, el Imperio Otomano, se ha convertido en una gran potencia capaz de hacer frente al todopoderoso Imperio Español y tiene un gran objetivo, la pequeña isla de Malta situada en un lugar estratégico vital para controlar las rutas comerciales tanto entre Italia y el Norte de África como entre la zona oriental del Mar Mediterráneo y la Occidental. Malta, bajo dominio cristiano, está defendida por los Caballeros de la Orden de Malta, quienes ocuparon la isla con el beneplácito del rey de España a cambio de un pago simbólico que consistía en un halcón y una misa anual el Día de Todos los Santos. En 1551 un corsario llamado Dragut y un almirante turco de nombre Sinán realizaron una serie de ataques con éxito a Malta y a Trípoli. Estos ataques hicieron que se construyesen en Malta 3 grandes fuertes para defender la isla. No obstante entre el fructífero ataque a Malta y Trípoli, y una gran derrota de la armada española en la Batalla de Djerba en 1560 a manos de los turcos, hicieron que en Constantinopla, capital del Imperio Otomano, se planease pronto un ataque definitivo contra la estratégica Isla de Malta.
Guerra: Disputa por el control del Mediterráneo
Batalla: El Sitio de Malta. (Gran Sitio de Malta).
Fecha: 18 de Mayo – 11 de Septiembre de 1565.
Lugar: Malta.
Resultado: Victoria cristiana.
Clave: Resistencia y refuerzos desde Sicilia
Beligerantes |
Imperio Otomano |
Caballeros Hospitalarios
Imperio Español |
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Bajas:
Otomanas: 25.000 muertos.
Cristianas: 2.500 soldados y 7.000 civiles muertos.
A principios de 1565 el Gran Maestre de la Orden de Caballeros de Malta, Jean Parisot de la Valette, recibió noticias de sus espías en Constantinopla, una gran fuerza turca llegaría a Malta en apenas unos meses. No obstante el maestre pensó que las hordas otomanas llegarían en Junio como muy pronto cuando en realidad a mediados de Mayo ya se avistaron las primeras embarcaciones turcasd desde costas maltesas. Es por esto que la provisiones de víveres, las defensas preparadas y los hombres reclutados no eran los idóneos para la magnitud de la batalla. Las tropas cristianas apenas contaban con 7.000 hombres incluídos los esclavos reclutados para la ocasión. El núcleo de este ejército lo componían los cerca de 1.000 hombres que sumaban entre soldados profesionales españoles y caballeros de la orden de Malta. El resto eran esclavos, o hombres reclutados para la ocasión en Malta, Italia y Grecia principalmente. Por su parte, el Imperio Otomano reunió una gran flota naval, flota digna de una de las más grandes batallas de la historia. En total, el Imperio Otomano envió al que iba a ser el Gran Sitio de Malta a 193 embarcaciones, la mayor parte de ella galeras, en las que embarcaron en torno a 30.000 hombres llegados de todos los rincones del Imperio Otomano. La élite de estos hombres la constituían 5.000 jenízaros turcos, y 5.000 cipayos (soldados de caballería). Además la flota otomana contaba con una buena dosis de artillería compuesta por un total de 64 piezas. Todo hacían apuntaba hacia una aplastante victoria islámica, pero las tropas cristianas no se rendirían tan pronto.
Los otomanos llegaron a Malta con los primeros rayos de sol del día 18 de Mayo. Tras echar anclas, decidieron que lo mejor sería atacar primero el fuerte de San Telmo, uno de los 3 grandes fuertes creados tras el ataque de 1551. Los turcos estaban convencidos de que el fuerte no resistiría mas de 3 o 4 días ya que apenas estaba defendido por una fuerza pequeña, entre 500 y 600 hombres. Para los cristianos aguantar el mayor tiempo posible era vital, ya que el Virrey de Sicilia había prometido refuerzos. Las hostilidades, y por tanto el Gran Sitio de Malta, comenzó el 24 de Mayo, la estrategia de los otomanos era bombardear constantemente el fuerte de San Telmo hasta que los ocupantes se rindiesen. Una semana después de dar comienzo la batalla, ya por encima del tiempo que los turcos habían pronosticado el fuerte era un amasijo de escombros pero los ocupantes no se rendían. Para los caballeros, no luchar fuera del fuerte era un acto de cobardía pero Jean de la Valette no les permitió hacerlo hasta que llegasen los refuerzos sicilianos. Aprovisionados de noche desde el gran puerto de Malta, los sitiados aguantaron con uñas y dientes un mes, hasta que la plaza fue rendida y la mayor parte de sus defensores asesinados. Para los otomanos tomar aquella plaza fue extremadamente costoso. Tanto que las bajas ascendieron a 6.000 hombres entre los cuales se hallaba Drogut, el general de la flota otomana. Ademas de esos 6.000 muchos eran jenízaros, las tropas de élite antes mencionadas, unas tropas irremplazables.
Una pequeña parte de los refuerzos cristianos llegaron el 28 de Junio, casi 1.000 hombres, algo que elevó mucho la moral de la tropa, pero por poco tiempo. Los turcos planeaban un nuevo ataque, esta vez en vez de concentrar las tropas en un solo punto, dividirían sus fuerzas. Afortunadamente para el banco cristiano un desertor turco avisó de los planes otomanos. Estos planeaban un desembarco en el gran puerto a la par que un ataque terrestre contra los 2 fuertes que aún quedaban en pié. Jean de la Valette mandó construir empalizadas y puestos de baterías reforzadas para rechazar un ataque que a pesar de realizarse en una clara superioridad numérica no hizo mella en los defensores en ninguno de los 3 puntos atacados. El 7 de Agosto los otomanos volvieron a la carga con un nuevo ataque simultáneo en dos posiciones precedido del mayor bombardeo continuo conocido hasta entonces. Los ataques se dirigieron contra el fuerte de San Miguel y contra la propia ciudad de Birgu en la que penetraron. El propio Jean de la Valette combatió en primera línea. Todo parecía perdido para los defensores cuando la caballería cristiana que venía de atacar la retaguardia turca y el hospital de campaña, hizo acto de presencia haciendo retroceder a las huestes otomanas. Una vez más un gran ataque de los turcos había sido rechazado. Sin embargo no todo eran buenas noticias, este ataque no había sido el último.
Tras el ataque fallido, los turcos retomaron los bombardeos y atacaron de nuevo el 19 de Agosto con un resultado parecido. Los turcos volvieron a superar las murallas de la ciudad de Birgu, principal ciudad de la isla, pero sus esfuerzo fueron insuficientes ya que el propio Jean de la Valette en primera línea y sus mejores hombres consiguieron rechazarlos de nuevo a pesar de las malas condiciones en la que se encontraban ya los sitiados. A partir de ahí la moral de los turcos se desmoronó y tan solo intentaron unos tímidos ataques más que fueron realizados en vano gracias a la astucia y arrojo de los defensores. El 7 de Semptiembre, 9.600 hombres reclutados por el Virrey de Sicilia desembarcaron en Malta lo que hizo a los turcos emprender su retirada. No obstante, el aviso de un desertor alertó a los turcos de que los refuerzos no eran tan numerosos como realmente eran y los otomanos planearon un nuevo ataque general que fue dispersado por los cuadros españoles de picas y arcabuces, muy temidos por los turcos. El 12 de Septiembre los otomanos se marcharían de la isla, el Gran Sitio de Malta había finalizado contra todo pronóstico con victoria cristiana.
La victoria en el Gran Sitio de Malta trajo consigo el frenazo de la expansión del Imperio Otomano por el Mediterráneo y dio un golpe duro a dicho ejército ya que muchas de las bajas sufridas durante la batalla correspondían a jenízaros y cipayos, unidades de élite irremplazables.
Jean de la Valette
La Valeta
Galera otomana
Fuente: http://www.batallasdeguerra.com/2012/06/el-sitio-de-malta-de-1565-gran-sitio-de.html