Annual

HISTORIA  SECRETA  DE  ANNUAL

JUAN PANDO

 

MARRUECOS

           

            Los fenicios llamaban a la costa de África «Mahur» y después den la caída de Cartago y las victorias de los romanos sobre cartagineses, el norte de África pasarían a ser provincias del imperio romano. Los romanos llamaron Mauretania a el norte de África donde hoy encontramos Marruecos y parte de Argelia, así también los romanos llamaban Maurus a los habitantes de Mauretania, de la palabra latina Maurus los españoles hicieron moros, los franceses, maures y los ingleses moorish.

Marruecos, proviene del nombre de la ciudad de Marraquech, que a su vez viene del árabe Marrakus, que quiere decir «pasar deprisa, pero con sigilo».

 

 

SOBRE FRANCIA EN MARRUECOS

 

El 4 de noviembre de 1911, Alemania pacta con Francia. Alemania se queda con el Congo y Francia recibirá vía libre para apoderarse de Marruecos, con España como aliada complaciente.

El 30 de noviembre de 1912  el ministro español Romanones firmó el tratado con Francia por el que Francia dejaba a España, El Rif, la posición de ifni y el Sahara occidental.

Cuando los franceses desembarcaron en Marruecos en 1911 estaba el sultán Muley Hafid que tuvo que aceptar los acuerdos franco-alemanes, el 30 de marzo de 1912 se inicia el dominio francés en Marruecos.

La población de Fes se sublevó el 17 y 18 de abril y los franceses fueron muertos. El general francés Moiner volvió con un ejercito de 40.000 hombres y puso orden en la ciudad el 21 de mayo de 1912, los rebeldes fueron fusilados. Francia depuso al sultán Muley Hafid y nombró sultán a Muley Yussuf.

La Francia de Delcasse, ofreció a la España de Silvela la posibilidad de participar en el reparto de Marruecos. Pero al saber que Gran Bretaña no había sido consultada, Silvela tuvo miedo. Maura despejó parte de los recelos con el tratado secreto de 1904, por el que España se quedaba con el Rif: Un mundo de barrancos y páramos, de supuestas riquezas mineras y de guerreros de indiscutible valía.

En Julio de 1907, España lograba un permiso  de explotación para Uixan, próximo a Beni bu Ifrur, unida a la construcción de un ferrocarril hasta Melilla.

El permiso fue dado por el Yilali Ben Dris Abd es Salam el Yusuf que había vencido al sultán de Fez Muley Abdelaziz y reinaba como señor del Rif en Zeluan, pero sin mando en Axdir.

En Marzo de 1908, el comandante general de Melilla José Marina Vega desembarcó al mando de sus tropas en Restinga, para defender la explotación de la minas de hierro de Beni bu Ifrur, y de plomo de Afra, nacía la compañía española de minas del Rif.

 

 

STOCKS DE GUERRA ALIADOS

 

La comisión de compras de armamento, estaba sumida en la valoración de grandes partidas de material moderno procedentes de los stocks de guerra aliados. Se trataba de un listado impresionante: cientos de morteros, centenares de ametralladoras y de fusiles ametralladores, tanques, baterías antiaéreas, obuses y cañones de 240 mm y 350 mm, municiones etc.

Las ofertas arrancaban en 8 millones de pesetas, la obra de ferrocarril hacia xauen costará 12 millones de pts y a la compra de armamento no se destinará nada.

 

Con 12 millones de pts se podían comprar en 1921, 500 morteros de 81 mm (a 1.500 pts/u); 500 ametralladoras (a 6.000 pts/u) y hasta 120 tanques franceses (a 65.000 pts/u) del modelo Renault FT-17. Lo suficiente para hacer de los ejércitos de Berenguer y Silvestre fuerzas invencibles. También se podían invertir esos millones en llevar el tren a Drius, y así salvar un ejército, nada se hizo.

 

El tren de melilla llegaba sólo a Tistutin, los carriles aún avanzaban hasta Batel, allí morían desde 1917.

Silvestre amargado, se lo recordaba a Berenguer “hace 5 años que los carriles no pasan de el Batel”, hacia Annual. 20 kms separan el nudo Batel-Tistutin  de Dar Drius. Aún quedaban 17 kms hasta Ben Tieb, cerca de Izumar. Los primeros 20 kms sin ferrocarril iban a significar la diferencia entre la vida y la muerte para todo un ejército.

 

 

EL EJÉRCITO QUE HEREDÓ ALFONSO XIII

 

El ejército que heredó Alfonso XIII en 1902, figuraban 529 generales, 23.767 oficiales y 110.926 de tropa.

O sea 1 oficial cada 4 soldados en España.

1 oficial para cada 23 soldados en Francia.

1 oficial para cada 20 soldados en Italia.

1 oficial para cada 20 soldados en Alemania.

En cuanto al presupuesto del ministerio de la guerra era en:

1909 de 218 millones de pesetas.

1915 de 364 millones de pesetas.

1920-1921 627 millones de pesetas.

De estos 627 millones sólo 147 eran para Marruecos y eso que la guerra estaba en el Rif. Sólo los gastos del ministerio de la marina en 1921 eran de 2.282 millones de pesetas, el desequilibrio, se paliaría en el presupuesto de 1921-1922, pues el ministerio de la guerra recibiría 1030 millones, 502 para Marruecos, pero ya era tarde, no obstante enfrente tenía España un adversario, con muchos menos recursos que no necesitaba de presupuestos, pero le sobraba valor, lo que faltaba entre la oficialidad hispana.

El déficit español había pasado de 35 millones en 1909 a 1410 millones en 1921, Marruecos tenía la culpa, ¿o quizás la tenía la política imperialista de Alfonso XIII?

 

 

 

ASÍ  AVANZABA  ESPAÑA  EN  MARRUECOS

 

Primero el jefe español hacía llegar un aviso a jefe indígena de la zona a ocupar, explicando que “si estaba dispuesto a ayudar a España, recibiría una subvención, de 500 pts mensuales (el sueldo de un capitán). Con este dinero, el Kaid tenía que levantar “un grupo de adeptos” a los que pagaría 2 pts al día o sea 60 pts al mes. Se formaba así una harka.

Después cuando ya estaba formada la harka el oficial español le mandaba otro mensaje al kaid diciendo que iban a poner un cuartel en su cábila y que tenía que hacer un servicio a España. El servicio era, que el kaid tenía que ponerse con su harka, en una posición dominante, y hacer como que era enemigo de España, y cuando llegaran los españoles, después de una pequeña resistencia sin muertos, los rifeños debían huir y dejar que los españoles tomaran la posición. Así todos quedaban contentos: los españoles lograban grandes éxitos militares y los indígenas tenían su buen dinero.

El general Azpeitia diría “El moro sabía que nos enorgullecíamos de triunfos comprados y que dimos por batallas ganadas lo que era producto del soborno”.

 

 

LA COFRADÍA DE LA AVARICIA

 

Un periodista granadino Rafael López Rienda desvelaría que en el parque de Larache, que movía 15 millones de pesetas anuales, las sustracciones mensuales suponían una media de 300.000 pts mensuales, suma enorme, teniendo en cuenta que el sueldo de un capitán era de 600 pts/mes. Los robos se mantenían desde que en 1918 un capitán de intendencia Manuel Jordán Pérez, empezó a ejercer de pagador en el parque. Las estafas se sucedían, las posiciones que debían recibir 36 pts diarias en abastecimientos, sólo recibían 19,85, el resto se robaba. La tropa por su parte vendía las armas y cartuchos a los calibeños.

 

 

 

LA GOTA QUE COLMÓ EL VASO

 

El 7 de abril de 1921, Civera el jefe de la cábila de los bocoya es advertido de que “iban a quemarse las casas de todos los amigos de España”. Mohammed Abd el Krim, proclamado jefe de la harka, acosa a los bocoya.

El 13 de abril, en una decisión descabellada, acuerdan bombardear el campo moro, en una fútil pretensión de intimidar a los rebeldes y afianzar a los aliados de España.

El miércoles, día del zoco en Axdir, las baterías del peñón abren fuego sobre el mercado, hay muertos y heridos, el resultado es la movilización, ya no hay beniurriagueles ni bocoyas; todos rifeños y enemigos de España.

 

EL HAMBRE QUE MATA EL RIF

 

Silvestre relata “cuanto pueda decir es poco ante la realidad, y renuncio a pintarle el cuadro de hambre y de horror que se muestra a los ojos de todos, no sólo en el campo sino también en Melilla”.

El hambre azota el Rif en el terrible invierno de 1921, los duros meses de enero y febrero se llevaran miles de vidas, mientras España mira con pasividad.

El general Silvestre ordena la distribución de cebada para paliar en algo el hambre, pero la ayuda es ridícula.

Se reparten 450 kilogramos de cebada por día, lo que hace una media de 5,5 gramos por persona, haciendo el cálculo sobre una población de 81.000 personas.

 

 

POBLACIÓN DE LAS CÁBILAS QUE RECIBIERON  “AYUDA” EN CEBADA

 

Cábila de Mazuza; 12.000 personas (Nador).

Cábila de Beni Sicar; 8.000 personas.

Cábila de Beni Bu Ifrur; 10.000 personas.

Cábila de Beni Sidel; 10.000 personas.

Cábila de Quebdana; 14.000 personas.

Cábila de Beni Bu Yabi; 15.000 personas (Arruit).

Cábila de Metalza; 7.000 personas (Dar Drius).

 

Quizá si al menos se hubieran empleado; en las minas de Arruit, a los indígenas, la situación de miseria sería menor, pero los obreros españoles (colonos)  eran preferidos a los indígenas, se les pagaba 3 o 4 pesetas diarias, lo que era un sueldo digno. Esta situación se repetía en todos los órdenes, y únicamente eran contratados indígenas cuando no había más remedio.

 

EL MONTE ABARRÁN

El 31 de mayo el comandante Alzugaray se dirige a la tienda del  jefe de campaña, preguntándole “qué posición había de ocuparse al día siguiente”. Dávila le responde que el punto elegido es Abarran. Sorprendido Alzugaray hace ver a su superior que “dicha posición no cumplía ningún objetivo militar, y no podía abastecerse después ni socorrerse, caso de ser atacada”.

Pese a que los jefes temsamaníes avisan a los españoles de su oposición a que se plante la bandera española en el monte Abarran, y uno de estos Mohammed Ukarkach, previene de que pueden ser 3.000 hombres los ocultos en el monte, aún así, se entregan 10.000 cartuchos Remington para la harka supuestamente amiga de los Tensaman. El comandante Villar desoyendo todas estas informaciones da la orden de salida a sus tropas el 1 de Junio de 1921. “Salen 1.461 hombres y 485 cabezas de ganado y se lleva todos los mulos que hay en Annual”. 15 kilómetros separan Annual de Abarran, 7 kilómetros en línea recta. Tras 4 horas y media de marcha, se alcanza la cima de un gran monte a 700 metros de altitud, es el Abarrán o Dar Uberrán.

El comandante Villar, llevó los cañones a Abarrán y los dejó en posición, pero regresa a Annual y se lleva consigo las dos compañías de ametralladoras y Abarrán se queda sin armas automáticas.

Los tensamaníes y los Beniurriagueles comienzan a rodear el monte Abarrán. En la posición quedan 28 artilleros y 250 hombres, de estos 250, 200 son indígenas. El resto parte con Villar para Annual, a medio camino escuchan como las harkas atacan a los de Abarran, las posición resistirá 4 horas, hasta que la policía indígena vuelve sus armas contra los oficiales y la degollina se generaliza. Los de Villar ven de lejos una columna de humo que asciende al cielo desde el monte Abarrán.

48 horas después de Abarrán, Silvestre monta una posición en Talilit, entre Sidi Dris y Afrau, asegura Buymeyan, cerro que hace de avanzada a Annual, y repite similar acción en tres puntos que son claves de su retaguardia; intermedia A ( por delante de Ben Tieb) e intermedia B y C. Ahorquilladas entre el paso de Izumar.

 

 

 

IGUERIBEN

 

Tras la caída de Abarrán la siguiente posición sería Igueriben, aseguraban el punto 244 hombres, el asedio comenzó el 17 de julio y lograrían aguantar tres días, hasta el 21 de Julio, tres días en los que el comandante Benítez resiste heroicamente y milagrosamente cuando ya todo estaba perdido, sin agua ni municiones, en una desesperada huida logran cruzar el cerco hasta Annual, no sin numerosas bajas. Llegaron a Annual 36 hombres, 12 o 16 según otras fuentes.

 

 

 

ANNUAL

 

En el año de Annual, los mandos se relevaban a la cabeza de las operaciones y mientras, los soldados padecían la guerra por años, sus mandos superiores hacían una guerra de 15 días, a esto le llamaban “el mes que tocaba”. Tenientes y capitanes pasaban meses y meses en el campo, olvidados de la comandancia, testigos del sacrificio al que eran sometidos los hombres a su cargo y jugándose al vida con ellos.

El 15 de enero de 1921 se levantaban en Annual dos hileras de piquetes, los campamentos no enlazados por lunetas fortificadas, la aguada lejos a 400 metros de la ridícula línea de alambradas. Detrás quedaban 135 posiciones y delante 67 kilómetros de frente. Sumaban sus fuerzas un total de 15.000 hombres, incluyendo la guarnición de Melilla.

Desde Annual, Melilla quedaba a media mañana de viaje para automóvil de mando de Silvestre, pero a tres jornadas de marcha para la tropa. Ahí se estaba abriendo la fosa del ejército.

 

NÚMEROS

 

En 1921 el general Silvestre apenas reúne 12.000 hombres en las posiciones del Rif.

Entre Annual y Drius sumará, en las horas previas a morir, poco más de 6.000 hombres. Los que quedan, 7.000 como mucho, están desperdigados por los cerros. El resto, hasta 25.790, en el papel –estadillos falseados- o en Melilla.

 

Enfrente los Beniurriagueles suman 6.000 fusiles

Los Tensamanies son 2.800

Los Benituzinies son 2.500

Los Taffersies son 600

 

Uno contra dos en Annual-Drius.

 

 

 

LA CAÍDA DE ANNUAL

 

 

Después de Igueriben se inicia el hostigamiento a Annual, que ya estaba sitiado por Beniurriagueles y Tensamanies desde el comienzo del ataque a Igueriben.

Silvestre reúne a su consejo para tomar la última decisión, no pueden resistir en Annual para terminar como los de Igueriben, sin agua y sin apoyos, la única opción posible parece ser la retirada hasta Ben Tieb.

El 22 de Julio de 1921, pasadas las diez de la mañana, las harkas comienzan a bajar de las montañas. Comienza la evacuación de Annual, la salida se debía de haber echo durante la noche, pero las continuas indecisiones no lo permiten. De Annual no sale una columna militar, sale una muchedumbre que se desarma ella misma, pues la artillería va a perderse en su mayoría –de 20 cañones se salvarán 6-  a cientos, los soldados arrojan sus fusiles, agobiados por salvar su vida en una carrera cada vez más veloz y más suicida. Los oficiales que salieron en los primeros coches rápidos, hicieron explotar la moral de la tropa. Silvestre había prohibido sacar los equipajes, pero en esos vehículos irán, bien visibles, los bultos que descubren la huída: los oficiales se van con sus maletas.

La obsesión colectiva es superar el paso de Izumar, la degollina se desencadena en el momento de penetrar los primeros bloques de soldados españoles en la cortadura.

 

 

 

 

EL PASO DEL IZZUMAR

 

Policía indígena y los regulares que debían cubrir los flancos y ascendían a media ladera, se separan en exceso. Y de improviso, los policías indígenas vuelven sus armas contra el apelotonado gentío, encajonado en las revueltas de la pista. Sobreviene la traición, o la revancha, hacía cinco meses que no les pagaban, en todo caso el homicidio fue masivo. Parte de los regulares se desbanda, aunque bastantes quedan en sus puestos, luchando bajo el mando de el comandante Llamas.

El Izumar es una ejecución, un fusilamiento en masa y por la espalda. Oleadas de mujeres rifeñas, de los alrededores, sublevadas por viejos agravios y afanosas por rápidos desquites, acuden al bestial tumulto. Con cuchillos, con palos y hasta con sus  manos, remataran a los heridos, lapidándolos. Desde las cortaduras se descuelgan nuevos contingentes de verdugos, en su mayoría jóvenes y ancianos. Van armados de gumías, piedras y una ira arrasadora. Buscan a los heridos, les acorralan y rematan. A no pocos les cortaran sus genitales y se los meterán en la boca.

Pérez Valdivia y Martínez Vivas encargados de las baterías de las posiciones de Izumar que deberían cubrir la retirada de Annual, abandonan sus posiciones sin disparar un solo cañonazo, sin embargo se sumaran a la huída al ver el avance de las harkas, llegando a Ben Tieb de los primeros.

Detrás del Izzumar se encuentra el teniente coronel Fernando Primo de Rivera y Orbaneja que manda sobre 461 hombres, ve llegar los vehículos rápidos, de uno de ellos baja un capitán, trae consigo una mala noticia “El general se ha pegado un tiro” se refiere a Silvestre que ha preferido morir en Annual.

Según el expediente Picasso “El servicio de caminos parece también que no se intervino debidamente por este cuerpo en la zona avanzada, pues sin que conste que se hiciese representación alguna al mando, se trazaban pistas y se utilizaban sendas, cuyas deficiencias de trazado y condiciones destacan en el camino de Izzumar a Annual, que, según dice el comandante de artillería Martínez Vivas, aún después de hacer la pista estaba siempre batido por las alturas en cuyas bases se apoyaba, pasando durante dos o tres kilómetros por el fondo del barranco; condiciones que sin duda influyeron en el desastre de la retirada de Annual.

El 26 de enero de 1921 silvestre escribe a Berenguer en carta “personal y reservada”  “Annual, ya en los límites de Temsaman, está hoy virtualmente incomunicado, porque no existe para ir a el más que un pésimo camino de herraduras que obliga a emplear 4 horas para recorrer 18 kilómetros, a razón de 4,5 km/h”.

El 6 de Febrero de 1921, en otra carta silvestre, explica a Berenguer cómo ha sido el asunto de meter la artillería en Annual: “Para que te formes cabal idea del terreno y sus caminos, te hago presente que el traslado de unas piezas (dos baterías) de artillería desde Ben Tieb a Annual ha costado cinco días, después de ímprobos esfuerzos”. A 3,5 Km. por día, o sea, 146 metros por hora.

 

 

 

LA CARGA DE LOS HOMBRES DEL Tt.Cor PRIMO DE RIVERA

 

Primo de Rivera reúne a sus hombres y les dice “ha llegado la hora de sacrificarse por la patria”.

Las secciones del Teniente Puas y el capitán Chicote cargarán una y otra vez contra los harkeños, dispersándoles. La encarnizada pelea se desarrolla en las mesetas y barrancadas, en las cunetas y en la misma pista. Acaba en unos minutos. Los hombres de Alcántara se quedan solos, el enemigo respeta su resistencia y prefiere cebarse con los huidos, desparramados por centenas y fáciles de matar.

 

 

BEN TIEB

 

Según la documentación del general Picasso y a fecha del 22 de julio de 1921, en Ben Tieb había numerosa guarnición 651 hombres. Al mando se encuentra el capitán Antonio Lobo Ristori.

A mediodía ve llegar las hordas españolas en huída, Lobo se dirige a los jefes que se cruzan con él, les exige que recompongan su fuerzas y entren en la posición de Ben Tieb, esos oficiales desatienden su petición “alegando que carecían de órdenes para eso” y marchan a Drius. Ante la huída descontrolada Lobo pide órdenes al teniente coronel Álvarez del Corral, pregunta si debe resistir o retirarse. Nadie le responde. Lobo ordena la evacuación inmediata de Ben Tieb, en el camino hasta Drius todos se salvaran.

 

 

 

DRIUS

 

A las 17,30 horas del 22 de julio de 1921 llega Navarro a Drius, el general contempla los despojos de un ejército. Los soldados van llegando exhaustos, obsesionados por beber agua hasta hartarse y tumbarse en un rincón. Allí quedan como idos.

Se hace de noche y siguen llegando soldados a Drius, Navarro en Drius, sufre un martirio igual al de Silvestre en Annual: retirada o resistencia. Pero comete un error al abandonar el mejor campamento del Rif español que es Drius, donde puede resistir mejor de lo que se podía hacer en Annual, tiene tres baterías de artillería y suficiente municiones de cañón y tiene agua a 30 metros de los muros de Drius.

 

 

 

CHEIF Y LA COLUMNA ROMERO

 

El sábado 23 de julio de 1921, el teniente coronel Romero al mando de la posición en Cheif recibe la orden de Navarro de evacuar Cheif  y replegarse a Drius. Romero ordena inutilizar las dos piezas schneider, pero comete un error fatal, ordena quemar los depósitos. El humo se eleva como una bandera de guerra sobre las abiertas tierras de Cheif. Alertados los rifeños acuden en masa y la columna que “salió en buen orden” se atropella al ser tiroteada. Había en Cheif 604 hombres, se producirán 124 bajas, podían haber caído todos, pero gracias a los jinetes de Alcántara solo serán 124 las bajas.

En menos de cinco horas, los supervivientes de Cheif van a conocer dos retiradas a vida o muerte, de los 480 hombres que salen de Drius llegarán a Arruit 37. La columna Romero ha sido aniquilada.

 

 

LA HUÍDA DE DRIUS

 

Drius es un bastión con garantías, lo contrario que Arruit. El día 23 de julio de 1921 se contaba con 2.624 hombres en Drius, incluyendo, además de los propios de la posición, los procedentes de Annual, Cheif y otras posiciones cercanas. Navarro consciente de las posibilidades defensivas que ofrece Drius ordena suspender la evacuación. Poco después a mediodía del 23 de Julio, Navarro ordena el abandono de la posición, el anuncio del abandono de Drius desata el caos, los soldados asaltan los camiones que romperán sus ballestas por el excesivo peso. Tienen por delante 20 kilómetros  hasta Tistutin, hasta el ferrocarril. Muchos no llegarán a verlo, les espera el foso del río Igan.

Navarro da orden de quemarlo todo, la misma orden de Romero en Cheif y e mismo error. Los rifeños alertados por la retirada empiezan a bajar de los montes cercanos, es la una de la tarde.

 

 

EL RIO IGAN

 

Entre Drius y Tistutin se encuentra el río Igan, la columna tiene que atravesar su paso, los rifeños lo saben y les esperan, desde lejos fusilan a los españoles.

Primo de Rivera y los suyos se detienen ante el Igan, ¿Deben cargar contra los rifeños allí apostados, para salvar lo que queda de la columna, o debe salvar lo que queda de su regimiento? Toma la decisión y allá van los de Alcántara.

Los jinetes cargaron contra las apretadas filas rifeñas, que les apuntaban desde el trincharon del Igan. Hombres y caballos caerán en bloque, lograron pasar y hasta dar la vuelta y contraatacar, salvando así a la columna Navarro.

Llegan a Tistutin y se encuentran que allí no hay tren y deben continuar hasta monte Arruit, llega la noche y en goteo, los soldados van llegando a Arruit, en ningún momento han dejado de ser hostigados y diezmados.

En Arruit el coronel Francisco Jiménez Arroyo al mando de la posición de Arruit y el capitán Carrasco jefe de la compañía de policía indígena abandona la posición y a sus hombres y marcha hacia Zeluan, el drama se desencadena en Arruit.

Los hombres de la policía se sublevan, salen del campamento y abren fuego a mansalva sobre la guarnición y los huidos siguen llegando, y al mismo tiempo son abatidos por la policía indígena.

 

 

 

ARRUIT

 

Durante cuatro jornadas, Navarro y los suyos permanecieron en Batel, sometidos a continuo “paqueo” del enemigo. El miércoles 27 de julio, Navarro decide adelantar su columna hasta Tistutin. Pero el agua del aljibe se agota en pocas horas y decide dar el salto hasta Arruit, a catorce kilómetros de Tistutin. El viernes 29 de julio abandonan Tistutin y llegan a Arruit, allí se encuentran rodeados y la columna que venía siendo atacada por detrás se une a la lucha con los de Arruit, atacados por cuatro frentes.

En Arruit hay cercados tres mil diecisiete hombres. No hay comida suficiente, el hambre acecha, los cercados reciben ayuda a través de aviones, aunque de los fardos lanzados desde los aviones sólo serán aprovechados uno de cada tres, los otros dos caen en territorio batido o sobre el enemigo. Los sitiados se desesperan, los rifeños se aprovechan y, a voces, se mofan: “¡pájaros de goberno tiran pan al moro!”

Los de Arruit no recibirán más ayuda, Berenguer y el ministro Eza sólo tienen miedo de perder Melilla. Lo demás, incluidos los tres mil hombres debe sacrificarse. La capitulación se prepara desde Melilla y desde Madrid.

El tres de agosto en la alcazaba de Zeluan, se atrincheraron quinientos hombres, en la antigua fortaleza de El Roghi, al mando está el capitán Ricardo Carrasco Egaña. Carrasco ha pactado la rendición con Hammú hijo y con la harka de Ben Che-lal.

Muchos de los hombres fueron llevados al corral de la Ina y después serán fusilados, colgados de los muros y quemados.

De ese matadero logrará salir Juan Gámez, que relatará en melilla su odisea. Algunos de sus compañeros escaparán  por la carretera a Nador, pero allí estaba “Hammú, el de Segangan, con gente a caballo” que “los persiguió en un radio de cuatro kilómetros, asesinando a los que pudo alcanzar”.

Alrededor de cinco mil fusiles rodeaban Arruit. La gangrena devoraba a los heridos. Es el caso de Primo de Rivera al que tienen que cortarle el brazo izquierdo, deshecho por un proyectil de cañón. Morirá por la gangrena dos días después de la operación.

Los tratos con los jefes de la harka los ha iniciado el comandante villar, el de Abarrán, salió el ocho de agosto  vuelve pasado el medio día del nueve de agosto, los de Arruit llevan cercados desde el veintinueve de julio. Nadie sabrá nunca qué es lo que pactó el comandante Villar con los jefes rifeños. Navarro se entrevista con Villar y da por terminada la resistencia, es la una menos cuarto del nueve de agosto de mil novecientos veintiuno. La tropa deja el armamento, a la una en punto del nueve de agosto. El general Navarro y sus oficiales se trasladan a la estación del tren de Arruit, algunos oficiales quieren compartir el destino con sus hombres y se niegan a ir. Llega la orden de salir. En varios puntos, unos turbantes giran en veloz molinete por el aire. Es la señal, los rifeños se abalanzan, van por las armas y a por las vidas. La tropa confundida y desarmada se apiña para intentar defenderse o sale corriendo en desbandada. Les esperan los hombres de Beni bu Yahi y Metalza, con sus fusiles disparan a la puerta de salida y la cuesta de Arruit.

Navarro y los oficiales son trasladados por Ben Che-lal a las casas de este donde permanecen hasta el veinticinco de agosto.

Berenguer recibirá en una primera carta de Navarro e informe de la situación, hechos prisioneros, y la cuantía de su rescate que asciende a cincuenta mil pesetas.

 

 

 

 

 

 

 

LOS CRANEOS DE ARRUIT

 

La cruz de Arruit resumía el holocausto no sólo de la columna Navarro, sino de todo el ejército de Silvestre. Siete años antes de que Marruecos obtuviese su independencia, fue demolida y el osario trasladado a Melilla. En marzo de 1949 comienza la exhumación. No quedaban cuerpos y tampoco uniformes, pero sí aparecerán los cráneos. Se contaron dos mil novecientos noventa y seis. Los tres mil de Arruit fueron una terrible verdad.

La exhumación concluyó el quince de agosto. El entierro tuvo lugar siete días después. Melilla supo recibir a los que murieron por ella.

La ciudad entera les esperaba. Aquel veintidós de agosto de 1949, la guarnición presentó armas y los melillenses les ofrecieron respeto y dolor. Hoy descansan los restos en el Panteón de los Héroes en Melilla.

 

 

Y MIENTRAS TANTO EN MELILLA

 

Mientras tanto en Melilla se sabía de la muerte del comandante general Manuel Fernández Silvestre, la llegada el 23 de Julio de cientos de colonos procedentes del Garet y el área minera de Beni Bu Ifrur había extinguido la confianza de la plaza. El puerto estaba tomado por el pánico y la ciudad rendida, pronto serían miles los colonos que iban llegando. La fuerza disponible para defender la plaza apenas llegaba a los 1.800 soldados, y se esperaba un ataque masivo del enemigo durante la madrugada, pues las hogueras del Gurugú se contaban por docenas.

Llegó Berenguer a Melilla a las 23:00 horas del 23 de julio y se entrevistó con los jefes rifeños aún no sublevados, estos esperan que llegaran importantes refuerzos con el general, pero no es así, no les da la confianza que necesitan, tampoco les da miedo, la mayoría escogerá la rebelión, obligados por los hechos y por sus temores, pues saben que si no se unen a Abd El Krim serán considerados enemigos y correrán la misma suerte que los españoles. El jefe de los Beni Sicar convence a los suyos para que no se subleven, se llama Abd el Kader gracias a él Melilla no fue invadida.

En la mañana del 24 de julio, llega a Melilla el regimiento de la corona con 450 soldados y en el medio día llega el general Sanjurjo con Millán Astral y 820 legionarios. Al anochecer han llegado a Melilla 3.149 hombres.

 

 

 

TRAICIÓN EN BUHAFORA

 

Buhafora pertenecía a la circunscripción de Drius y quedará envuelta por la rebelión el día 22 de julio, pero Buhafora aún dispondrá de un día más hasta conocer el fuego y la destrucción.

Buhafora tiene ocho oficiales y 295 de tropa, 122 españoles y 173 efectivos de la policía indígena.

Al conocerse la caída de Annual, el kaid Haddú “aconsejó la evacuación de la posición” a su jefe el capitán Capablanca Moreno. Pero éste oficial de la policía indígena “decidió llamar a los jefes de los poblados próximos, dejándolos en la posición en calidad de rehenes”. Los rifeños se acercan a Buhafora y disparan, y Capablanca sin dudarlo, ordena “a los jefes colocarse en el parapeto y hablar con los agresores”. Contenido así el ataque, los chiuj son encerrados en una de las casetas.

Llega la noche en Buhafora. Y a las 04:15 horas del 23 de julio se recibe la orden de repliegue sobre Cheif. En consejo de guerra los oficiales deciden quedarse. Mientras con gran sigilo llega la traición. Varios calibeños se aproximan a los muros, localizan la casa-calabozo donde están recluidos sus jefes y abren tres boquetes por donde les pasan armas y municiones. Los centinelas no se aperciben de nada. Buhafora está perdida. A las 17:15 horas del 23 de julio de 1921 estalla la rebelión, la policía indígena se pone de parte de los calibeños y acuchillan a los españoles, solo sobreviven el oficial Reig y 20 hombres que son hechos prisioneros y llevados a Annual

 

 

SAMMAR

 

Cerca de Melilla, en los montes de Beni Sicar, está Sammar, posición de retaguardia en la que había que ir a buscar el agua a 3 kilómetros.

Sammar estaba defendida por 83 hombres de los cuales 44 eran indígenas. El 24 de julio se quedó cercado y en la tarde de ese domingo 24 el capitán médico Manuel Peris Torres, y los tenientes Ricardo Sanz Andreu, al mando de la policía indígena, pactan con el sargento moro la rendición. El teniente Juan Marco Mir se niega a entregar las armas e ir campo a través a Melilla, pues teme una traición. Sus compañeros Sanz y Peris le convencen. Una vez en campo abierto “sonó un disparo, estaban rodeados de moros” era la señal, la gran mayoría serían muertos.

 

 

DAR  QUEBDANI

 

En Dar Quebdani estaba la columna Araujo compuesta por casi mil hombres. El coronel Araujo dejó pasar el día 23 sin tomar decisión alguna y al atardecer ya estaban cercados.

Los tratos con los rifeños empezaron pronto en Quebdani. En la mañana del 23 de julio varios jefes se reúnen con Araujo. Como en anteriores posiciones los rifeños cercaron la aguada. El día 25 Araujo convoca un segundo consejo de guerra, se proponen tres opciones: resistir en la posición; salir a viva fuerza; o pactar la capitulación. De 29 votantes, 21 optan por pactar la capitulación. Terminado el consejo, las vergüenzas desaparecen. La silueta del convoy se destaca junto al barracón. El rifeño espera algo, que la oficialidad pase el platillo, pues recogerán dinero para salvar sus vidas, aunque el empeño se pretende noble, salvar la vida de todos. Únicamente reúnen mil pesetas, no es suficiente. Sanz Gracia, recaudó mas dinero entre la tropa y se alcanzan las cinco mil pesetas. Para salvar la vida de mil hombres no es suficiente, para treinta, son bastantes. El fiscal apunta: “suma en verdad, llamativa por su redondez” Y tanto, pues el mismo ponente señalará que la entrega se hacía “con vehemente sospecha de ser verosímil cantidad, señal o precio estipulado para afianzar el convenio”.

No es este, todo el dinero que hay en Quebdani. El sargento Francisco Basallo Becerra recordará que “El capitán iba pagando un duro por cada dos hombres, diciéndoles que era para que llevaran dinero en el bolsillo a fin de que cuando formaran fuera, los moros les encontraran dinero por si se evacuaba la posición”. A la tropa se le ha ordenado que “se cambiase de ropa y se pusiese las mejores prendas”. Luego fueron “dadas las órdenes para dejar las armas y depositarlas en el suelo. Dos pesetas cincuenta céntimos, eso es lo que vale la vida de un soldado español de la columna Araujo. Las tropas españolas, aunque recelosas, confían en que no haya sorpresas. Los rifeños se aproximan en masa. Sus ganas de victoria, sus falsas paces, cohíben a los españoles.

A la señal, los rifeños se abalanzan, corren a por las armas españolas. Los españoles echan a correr campo a través, la oficialidad “convenida con e pacto”, se aparta del tumulto y se sitúa “al lado del coronel para esperar la consumación del acuerdo”. El exterminio ha terminado. Quebdani es un cementerio. Los oficiales de Araujo deciden salir, a pocos metros les espera kaddur Namar, el jefe de los Beni Said, mantiene su palabra. Delante de él han muerto 900 españoles o más, los oficiales son hechos prisioneros. Debe guardarse una baza cara a un posible contraataque de Berenguer, y sin duda valen más de 5.000 pesetas.

 

 

LOS HOMBRES-BAYONETA DEL CAPITÁN AMADOR

 

A 800 metros por debajo del peñote donde se asienta Dar Quebdani, estaba la aguada, junto a la casa de si Hammú. Allí se encontraba la compañía de Enrique Amador Asín. Amador recibe una orden escrita por parte del coronel Araujo “ordenando que se entregara todo al enemigo y que se retiraran”. El capitán se niega. Los gritos de degollina en Quebdani llegan a la aguada. Poco después, se presentan unos rifeños “diciendo que se había rendido la posición principal y que ellos hiciesen lo mismo”.

Todos se niegan a rendirse, son 106 hombres, que morirán luchando a bayoneta en proporción de 1 a 10.

Tras aplastar a los bravos de Amador, los rifeños se aperciben de una columna que trata de escapar y abren fuego sobre las confiadas tropas. En la desbandada, la mayor parte de ellos se mete en un barranco sin salida. Son unos 300, pertenecen a la sección del Teniente Arjona, en las avanzadillas del Quebdani, que se han rendido sin defenderse.

Las alturas se cubren de rifeños donde “empezaron a tiros con ellos” mientras los oficiales, desesperados, “se tiraron al suelo, sin que hicieran nada para repeler la agresión”.

 

 

 

ZOCO EL TELATZA DE BU BEKER

La escapada a zona francesa

 

Más al sur de cheif estaba zoco el Telatza de Bu beker, anclada en un universo de rocas y estepas. Treinta oficiales y novecientos cuarenta soldados, eran los que formaban la columna. Si a estos se sumaban las guarniciones próximas – sobre un total de 24 posiciones y blocaos – los efectivos rondaban los 1.500.

Como siempre, el agua había que traerla de las fuentes de Ermita ¡a 38 kilómetros de distancia! Por si fuera poco, el depósito de municiones sólo “podría hacer frente a dos horas de intento de fuego, y el de víveres y medicamentos estaba casi agotado”.

Al mando estaba el coronel Jiménez arroyo, el cual estaba ausente desde mayo, cayendo toda la responsabilidad en el teniente coronel Saturio García Esteban, para García Esteban solo había dos opciones posibles: resistir o pasarse a zona francesa, pues a diferencia de otros, la capitulación no formaba parte de su credo.

Resistir en la posición, equivalía a la muerte segura para todos sus hombres, quizá ponerse bajo el amparo de los franceses salvaría a sus hombres, aunque esta decisión no estaba exenta de riesgo.

Entre el 22 y el 24 de Julio, los cercos a las posiciones se encadenan, Haf, al norte de Bu Beker fue la primera en caer, le sigue Arroyen Lao y otros blocaos.

A las tres de la mañana del 25 de julio la columna escapa a zona francesa, la noche, y una oportuna y densa niebla, hacen de excelentes aliados de la columna. En cuanto clarea el día, la niebla comienza a levantarse, y la retirada es descubierta. La posición de Tazurut Uzai también les observa, esta posición es la situada  más al sur, aunque han recibido la orden de abandonar la posición y escapar a zona francesa, no la cumplen. Son 120 van a morir todos menos 7 en la noche del 25 de julio. Cuando los de Uzai ven la columna de Bu Beker a unos 4 kilómetros está amaneciendo, las compañías avivan la marcha. De pronto se escuchan los primeros pacos, que  aciertan todos sus tiros, dada la intensidad de marcha de la tropa de García Esteban, que iba formada “en columna de a cuatro” blanco imposible de fallar. La tropa se asusta y se descompone. Llegan más rifeños al escuchar las armas, la desesperación y la huída sin reacción provocará que sólo 493 de 1.500 logren llegar a los parapetos franceses, que impasibles observan lo sucedido.

 

 

 

DESPUÉS DEL REPLIEGUE EL AVANCE

 

La lucha por el Gurugú cubría toda la montaña, y los combates alcanzaron el anillo fortificado de Casabona. Allí el 4 y 8 de septiembre, se logró sujetar la línea a costa de los 56 muertos y 200 heridos por parte de los españoles, mientras la harka perdía unos 200 hombres. El frente rifeño empezó a retroceder hacia Nador.

El 16 de septiembre, con dos columnas (las de Sanjurjo y Federico Berenguer, hermano del alto comisario) que sumaban 15.000 hombres, con unas 50 piezas de artillería y el apoyo de dos baterías flotantes – en la mar chica – los españoles fueron en choque contra la harka, de unos 6.000 hombres. Ambos bandos sufrieron pérdidas 33 muertos y 113 heridos los españoles.

Tomada Nador, no podía avanzarse hacia Zeluan sin antes socorrer a Tizza, desafiante posición al suroeste de Melilla. El 26 de septiembre en un primer intento los rifeños lograron rechazar el ataque hispano. Tres días después del primer fracaso en Tizza, se repitió el intento, 16.000 españoles subieron el monte, arriba les esperaban 9.000 fusiles harkeños, los rifeños lograron repeler el ataque hispano. El propio Comandante General de Melilla José Cavalcanti de Alburquerque asumió el mando y “tiró pa´riba”. Se tomó Tizza pero costó 81 muertos y 383 heridos.

Los españoles seguían con sus grandes columnas, y los rifeños, firmes en su condición de ejércitos de un solo hombre, impedían esos avances. Borrás resumiría la titánica pelea: “Ellos luchan por instinto. No tienen ningún jefe, no hay instrucción militar, nadie da una orden. Un individuo solitario ataca un convoy de 10.000 hombres; o diez mil a su vez atacan a un solo hombre”.

Tras la reocupación de Taiuma, el 23 de septiembre, la fecha de la maniobra española se torcía hacia su derecha, para tomar de revés los contrafuertes meridionales del Gurugú, Segangan y la meseta de Atlaten. Aparecía la posibilidad de romper las espaldas rifeñas y el cerco a Melilla. Después de una dura lucha sin piedad el 10 de octubre de 1921, se plantó la bandera española sobre el pico Basbel, la cumbre más alta del macizo del Gurugú, tres cuartos de hora más tarde caía en manos españolas, el pico Kol-la.

El camino de Zeluan estaba libre. La fortaleza de El Roghi parecía intacta, pero dentro y fuera de ella se alineaban largas columnas de ajusticiados: 500 muertos. En cuanto los españoles se lanzaron a tomar Zeluan se produjo el repliegue de las harkas rifeñas hasta El Batel, la harka no ofreció resistencia. Sabía que en campo abierto, y dada la potencia de la artillería –unos 100 cañones en línea- y aérea -20 aviones- no tenía ninguna posibilidad. A las 08:30 horas del 24 de octubre de 1921 se ocupaba Arruit, los guerreros del Rif no enterraban jamás a los cadáveres de sus enemigos, el horror atrapó a los espectadores de aquella barbarie.

 

 

LA IPERITA Y EL FOSFOGENO

 

Con una composición basada en el sulfuro de cloro-etilo, la iperita generaba un compuesto letal de violentísimos efectos, destrucción de las mucosas respiratorias, provocando la asfixia y la muerte; lesiones graves en la piel; ceguera parcial o absoluta.

Las convenciones de la haya en 1829 y 1907, prohibían los gases de guerra. El tratado de Versalles de 1919, volvió a prohibir el uso de gases de guerra, este tratado fue firmado por España, pero la desesperación por las matanzas de españoles en Arruit, Quebdani, Nador, y Zeluan, rompió las  barreras morales sobre su uso.

F.Mohoa, enviado a Berlín, se entrevistó con Von Tschudi “Presidente de la aviación alemana”. Mohoa relata que “según el cálculo que me hizo –el ingeniero alemán- resulta que 50 bombas de 50 kilos cada una, son suficientes, para limpiar un terreno de 20 kilómetros cuadrados.

El sangriento empeño por dominar Tizzi Assa acabó con los recelos sobre el uso de armas químicas y el 15 de julio de 1923, Luis Silvela calificaría el uso de estas armas en Tizzi Assa como “pequeño ensayo”.

En agosto de 1925, se repetirían los bombardeos con C-2 Iperita y C-3 fosfógeno y C-4 cloro pricina. Bombas de 50, 25 y 10 kilogramos. Un informe cifrado de Sanjurjo a Primo de Rivera, diez días antes de los desembarcos en las playas de Alhucemas relataría: “Se tienen noticias del crecido número de rebeldes que han resultado muertos o iperitados a consecuencia último bombardeo, y como confirmación hoy recibo confidencias de que, desde Quilates a Alhucemas, se han encontrado unos 180 hombres ciegos y unos 160 muertos; habiendo manifestado confidentes que toda la arboleda ha quedado quemada, y los indígenas de dicha región han reclamado a Abd-el-Krim diciéndole, que no pueden seguir más. Aunque estas cifras sean exageradas, la noticia coincide, en el fondo, con las recibidas por conducto de las oficinas de intervención, lo que demuestra que, aunque las cifras no sean exactas, el hecho es cierto”.

 

 

 

 

 

 

 

RESULTA MUY CARA LA CARNE DE GALLINA

 

El 7 de enero de 1922, Berenguer, tras informar a la Cierva de las últimas proposiciones de Abd-el-Krim –entrega de 4 millones de pesetas y todos los prisioneros moros (243)-  pedía la concentración, en Melilla, de esos mismos cautivos y también que se le envíe el millón que falta para completar los 4 y un barco.

Quiere esto decir que Berenguer había recibido los primeros 3 millones. Horacio Echevarrieta Mauri, que fue diputado por Bilbao entre 1910 y 1917, y empresario relacionado con Abd-el-Krim en diversas prospecciones mineras, se ofreció como mediador.

Echevarrieta será quien pague, con e dinero de Melilla, se supone. El 27 de enero de 1923, los 326 espectros de Axdir embarcaron en el Antonio López y navegaron hacia la libertad.

Antes de esto el 27 de octubre de 1922 Indalecio Prieto recordó que el total del rescate por los prisioneros ascendía a 4 millones de pesetas, y dijo que era de dominio público la versión de que el gobierno “no quiere dar por ellos una peseta” pues “hay quien atribuye esa actitud a una frase altísima, según la cual resulta muy cara la carne de gallina”. La frase llegaría hasta las mazmorras de Axdir, donde hizo mucho daño. Cuando los prisioneros se acercaban a su liberación al ver entrar (el 27 de enero de 1923) el Antonio Lopez en la bahía de Alhucemas, el teniente coronel Eduardo Pérez Ortiz, apuntó en su diario esta exclamación: “¡ya están compradas las gallinas!”.

 

 

 

LOS SUCESORES DE TARIK

 

Asensio Cabanillas, uno de los supervivientes de Annual; en agosto de 1939, se convirtió en e principal reclutador de los contingentes rifeño-yebalies que lucharon por Franco. Los sucesores de Tarik, un temible ejército de unos 62.000 hombres, cruzaron de nuevo el estrecho. Mataron, fueron heridos y murieron. Salas Larrazabal estima en 35.000 sus heridos y 7.000 los muertos.

 

 

 

AL  HUSAIMA

DESEMBARCO EN ALHUCEMAS

 

La idea del desembarco por la espalda de los Beniurriagueles se la ofrece a Silvestre un rifeño. Un traidor para la perspectiva occidental de las cosas magrebíes, un defensor de honores no prescritos para su gente, los Bocoya.

Se le conoce por Sibera o Civera. Ha sido pirata, y en invierno de 1921 es un rico propietario dentro de su altiva tribu, tiene jurada enemistad eterna a la cábila de los Beniurriaguel, sus vecinos, y propone al general Silvestre que desembarque en las tierras de su cábila, en Morro Nuevo.

Desde ese acantilado, él y los suyos, atacarían de revés a los beniurriagueles, que acosados en tenaza por los españoles, acabarían vencidos.

 

 

COMISIÓN DE RESPONSABILIDADES

 

Las responsabilidades de lo ocurrido en Marruecos pasarían al parlamento. Comisiones de las llamadas “diecinueve” en 1922 y “veintiuno” en 1923.

El expediente Picasso se terminó de elaborar a mediados de Abril y el 18 de Abril de 1922 entró en el registro.

Sin embargo el 4 de julio de 1924 realizó Alfonso XIII un acto que empañó su innato sentido de la justicia. La amnistía que apareció bajo forma de Real Decreto. Su empeño por salvar a las cabezas militares, implicadas en procedimientos sumariales, creó ese concepto de impurismo que tanto lesionaría su prestigio.

 

 

 

EL   FIN

 

Navarro ascendió a general de división en julio de 1924. Detenido a finales de julio de 1936, fue llevado a la cárcel modelo. Al ser incendiada la prisión el 23 de agosto de 1936, logró huir refugiándose en su casa donde fue detenido y fusilado posteriormente el 7 u 8 de noviembre de 1936.

Kaddur Namar, fue hecho prisionero en uno de los avances de la reconquista. Le llevaron a Melilla. Al penal de Rostrogordo. Kaddur se dejó morir de hambre. Los hombres del Rif no toleran ningún encierro, y el jefe de los Beni Said no sería la excepción. El  17 de agosto de 1923 su cadáver recibía sepultura en el cementerio de Sidi Aguariach.

Hach Abd el Kader ben Tieb, a cuya lealtad debió Melilla su salvación, murió el 8 de noviembre de 1950, a los 86 años. Dos mil soldados españoles cubrieron el recorrido de su entierro. Franco ordenó que al ilustre rifeño se le rindieran “honores de Capitán General con mando en plaza”.

El Rif se sublevó dos años después de la independencia de Marruecos (7 de Abril de 1956). Se alzó contra el poder del Istliqal (independencia). Tras barrer a los cuadros policiales del régimen, quedó a la espera. Error fatal. Un ejército de 15.000 hombres, desembarcó en Alhucemas en enero de 1959. Lo guiaba el comandante Mohammed Ufkir y el príncipe Muley Hassán. Con ellos llegaron otras escuadras aéreas. Cargadas con NAPALM. Pocos poblados escaparon a su soplo ardiente. Con lanzallamas entraban las tropas Alauís en las casas.

 

Lo cierto es esto: El Rif se rebeló contra la injusticia y el hambre. Y no se rindió, sino que lo quemaron y arrasaron. El general Ufkir, tras conspirar contra su rey, fue emboscado y muerto en Rabat en 1972.

 

 

 

 

 

 

DATOS   DE  INTERÉS  SOBRE  LA GEOGRAFÍA  DEL  RIF

 

ABARRÁN: “El general Silvestre pensaba realizar una pequeña operación para pasar a la otra orilla del río Amekrán y otra para ocupar, en el nacimiento de río y en el fondo del valle, ya en contacto con Beni Tuzin, un par de posiciones”.

BUYMEYAN: Pelada colina donde se hizo un fuerte.

INTERMEDIA A: Peña Tahuarda es una aglomeración de rocas y arenisca.

YEBEL UDDIA: Tiene 1.100 metros de altitud.

IZZUMAR: tiene 750 metros de altitud.

 

 

Expediente Picasso

 

En el expediente Picasso en el folio nº 450 se describe el campo de Annual a Igueriben, con los planos correspondientes, complementada en los folios 1.159; 1.162 y 1.451.

 

 

SIDI ABDALAH

 

En Sidi  Abdalah, hay un santuario que protege la tumba de Mohammed Ben Abdalah, cuando la vio Silvestre la calificó de “pequeña, fea y miserable” el mismo Silvestre ordenó derribar la construcción y mandó hacer una obra bastante mejor. La obra costó 3.000 pesetas, el sueldo mensual de cinco capitanes. Y en carta a Berenguer le dice que el gasto “se cargará al fondo de mejoras de la cábila de Beni Ulixek”.

 

 

FUSILES  REMINGTON

 

Los fusiles Remington, eran los fusiles que España llevó a la guerra de Melilla de 1893, su calibre era el 11 milímetros y su peculiar sonido le dio el apodo de “paco” pues hacían Pa-cum al disparar.

 

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