Don Álvaro de Bazán y Guzmán. De estirpe guerrera, este granadino es uno de los grandes símbolos del Imperio Español que alcanzó su mayor esplendor en el Siglo XVI. Imbatido a lo largo de su vida, y solo vencido por la muerte natural, Don Álvaro de Bazán se convirtió en el dueño y señor de los mares durante buena parte de su vida, siendo el azote de todas las potencias marítimas de la época como Francia, Inglaterra, el Imperio Otomano o Portugal.
Sin duda la ausencia de Álvaro de Bazán en la llamada
«Armada Invencible» fue uno de los factores clave en su fracaso pues en aquel tiempo no existía marino con semejante capacidad para doblegar siempre a sus adversarios, a menudo en clara minoría.
Entre sus incontables hazañas, destaca por encima del resto, las victorias conseguidas tanto en la Batalla de la Isla Terceira como en la
Batalla de Lepanto. Precisamente en esta última batalla coincidió con Miguel de Cervantes el cual apodó a Álvaro de Bazán como «el padre de todos los soldados», un apodo bastante acertado, pues siendo Álvaro de Bazán tu general, tenías asegurada la victoria en combate, y es que basta con ver sus estadísticas militares para darse cuenta de lo excepcional que era el granadino, uno de los mayores héroes que ha dado España en su historia.
Nombre: Don Álvaro de Bazán y Guzmán.
Fecha: 12 de Diciembre de 1526 – 9 de Febrero de 1588
Rango: Capitán general del mar/Almirante general.
Lealtad |
España |
Estadísticas:
– Islas rendidas: 8
– Ciudades rendidas: 2
– Villas rendidas: 25
– Castillos y fuertes tomados: 36
– Capitanes generales derrotados: 8
– Maestres de campo derrotados: 2
– Señores y caballeros principales derrotados: 60
– Soldados y marinos franceses rendidos: 4.759
– Soldados y marinos ingleses rendidos: 780
– Soldados y marinos portugueses rendidos: 6.243
– Prisioneros cristianos liberados: 1.564
– Galeras reales capturadas: 44
– Goletas capturadas: 21
– Galeones y naves de alto bordo capturados: 99
– Bergantines capturados: 27
– Caramuzales turcos apresados: 7
– Cárabos moriscos apresados: 3
– Galeazas apresadas: 1
– Piezas de artillería capturadas: 1.814.
– Derrotas: 0
Don Álvaro de Bazán provenía de una familia noble en la que tanto su abuelo como su padre habían sido destacados soldados, del primero se sabe que participó en la Guerra de Granada al servicio de los Reyes Católicas y el segundo fue un importante general al servicio de Carlos I. Es por esto que la formación militar de Don Álvaro de Bazán comenzó cuando tan solo era un niño y ya acompañaba a su padre en sus patrullas por aguas gibraltareñas. Su primera batalla la libró con tan solo 18 años en la fructuosa batalla acontecida en costas gallegas contra la flota francesa, en la que la nave de Don Álvaro Bazán cuajó un brillante papel, siendo en esa batalla donde Don Álvaro de Bazán asumió su primera gran responsabilidad, ocuparse de los presos y enviarlos a Galicia.
También gracias a su padre, que llegó a ser Capitán General de las Galeras de España, Don Álvaro de Bazán pudo conocer al rey desde pequeño, por lo que su posición dentro de la sociedad española de la época era muy privilegiada. No obstante Don Álvaro de Bazán no era solo un hombre de armas, además de tener una gran formación militar, también se cultivó en otras áreas, pues recordemos que por aquel entonces el Renacentismo reinaba en Europa, y Don Álvaro de Bazán sería durante toda su vida un apasionado del arte siendo incluso mecenas de algunos distinguidos humanistas.
Don Álvaro de Bazán asumió su primer mando con 28 años, nada más y nada menos que 1.200 hombres, su misión, proteger las rutas comerciales españolas de la piratería inglesa y francesa que a menudo se hacían con barcos llenos de oro y otros metales preciosos procedentes de América. Precisamente en esta misión consiguió su primer gran logro, apresar un navío francés cerca de Coimbra. Sin embargo esta acción no es más que un mero detalle de lo que vendría en los próximos años.
Excepto por alguna pequeña escaramuza victoriosa en el Norte de África, Don Álvaro de Bazán se dedicó hasta 1561 a proteger las rutas comerciales ya mencionadas, en las que como en el resto de su vida no conoció la derrota. Además fue capaz de capturar diversos navíos de las armadas de Inglaterra y Francia.
Tras esta larga misión, cambió de aires y continuó con la lucha contra la piratería pero en aguas mediterráneas, esta vez luchando con éxito contra corsarios procedentes del Norte de África. En 1563 fue encargado de auxiliar Oran, asediada por tropas islámicas y como no podía ser de otra manera salvó la plaza con facilidad.
Cada vez más afamado y siendo más y más importante en la Armada Española, Don Álvaro de Bazán fue asumiendo retos cada vez más difíciles. Su siguiente hazaña fue la de recuperar el Peñón de Vélez de la Gomera siendo esta una de sus más destacadas victorias.
Ya con miles de hombres a su servicio, fue el encargado de desplegar en Malta sus fuerzas para liberar la isla del asedio otomano, teniendo estos que poner rápidamente pies en polvorosa para librarse del brillante plan español.
Siendo nombrado en 1568 Capitán General de las Galeras de Nápoles, Don Álvaro de Bazán se dedicó durante un tiempo de la patrulla de las costas italianas, hasta que tuvo que cesar en esa tarea fruto de una gran flota que el Imperio Otomano estaba preparando. Tras formar una coalición cristiana, llamada la Liga Santa, Don Álvaro de Bazán consiguió su más gloriosa victoria, y una de las más importantes en la historia de España en
La Batalla de Lepanto en la que entre otros participó Don Miguel de Cervantes. En esta batalla, Don Álvaro recibiría el mando de 30 barcos encargados de auxiliar las partes más débiles de la gran flota cristiana, un puesto vital, pues de esos refuerzos dependía toda la formación.
En 1576 cambiaría de nuevo de aires, ya que fue nombrado Capitán General de las Galeras de España. En una época en la que Felipe II planeaba hacerse con Portugal y todas sus colonias, Don Álvaro de Bazán sería la principal baza española por mar, y no defraudó a los que confiaron en él.
La conquista de la corona de Portugal se haría en 3 fases, por un lado Don Álvaro de Bazán se coordinaría con Fernando Álvarez de Toledo, el Duque de Alba, para llevar a cabo una operación directa sobre la Portugal peninsular, operación que se cumplió sin ningún tipo de problemas rindiendo 44 barcos portugueses en Lisboa. Al mismo tiempo Alonso de Bazán hermano de Don Álvaro capturó la flota portuguesa de indias. Para la total derrota de Portugal solo quedaba acabar con las fuerzas portuguesas de las Azores que estaban siendo reforzadas con escuadra francesa de 3.000 hombres. Hacia las Azores se dirigió Don Álvaro de Bazán con 10.000 hombres acabando con la escuadra francesas e imponiéndose a las fuerzas portuguesas restantes en la Batalla de la Isla Terceira, de una gran importancia histórica pues en ella Don Álvaro de Bazán utilizó por primera vez en la historia, la infantería de marina, por lo que el primer cuerpo de marines de la historia fue español. Tras esta victoria fue nombrado Grande de España y Capitán General del Mar Océano.
Finalmente y tras una vida plagada de éxitos y victorias, mientras preparaba la invasión de Inglaterra mediante la a postre llamada
Armada Invencible Don Ávaro de Bazán y Guzmán enferma y muere en 1588 para desgracia del Imperio Español.
Batalla de la Isla Terceira
Estatua en Madrid en honor a Don Álvaro de Bazán
Actual fragata Álvaro Bazán