Batalla de la Isla Tercera (Terceira)
Considerada como la primera batalla naval de galeones de guerra de la Historia, la batalla naval de las Azores o Terceras ( Terceira) , tuvo lugar el 26 de julio de 1582 en la isla Terceira de las Azores entre una escuadra española de 24 naves , al mando de don Álvaro de Bazán , y una escuadra combina anglo-francesa de 60 buques , al mando de Philippe Strozzi, primo de la reina madre de Francia. La batalla terminó con una aplastante victoria de los españoles.
Ficha de la Batalla de la Isla Tercera
Antecedentes Históricos de la Batalla de la Isla Tercera
Al morir Sebastián I de Portugal en Alcazarquivir, en 1578, el país sufre una terrible crisis económica que le lleva a la bancarrota. Para remediar su crisis , Portugal se veía obligada a recurrir a España para conseguir plata , y ya en 1580, la economía de Lisboa dependía mucho de Sevilla.
Al morir el Rey-Cardenal don Enrique, sucesor de Sebastián I, la burguesía y la nobleza aceptan de buen grado los derechos al trono de Felipe II. Este nombramiento no fue aceptado en Francia ni Inglaterra, por el poder que significaba para la casa de Austria, por lo que apoyaron a don Antonio, Prior de Crato, Antonio I de Portugal, que también pretendía la Corona de Portugal.
En Portugal, el pueblo llano y el bajo clero , con sentimientos anticastellanos, se resisten a ser gobernados por Felipe II y apoyan también la subida al trono de don Antonio, Prior de Crato, bastardo de Luis, hijo del rey Manuel fallecido en 1521. Inmediatamente los tercios del Duque de Alba , por tierra, y la armada de don Álvaro de Bazán, por el estuario del Tajo, neutralizan el intento de sublevación al trono de Felipe II.
Todas las posesiones portuguesas, salvo las Islas Azores o Terceras, reconocían a Felipe II como rey de Portugal, las islas de las Azores defienden la candidatura de don Antonio al trono de Portugal. Estas islas eran muy críticas para España, eran el lugar de recalado para la flota de la plata de Indias, lugar donde recargaban agua y víveres para continuar viaje a España.
Don Antonio, huye de Portugal y es recibido con honores de rey en Inglaterra , por la reina Isabel, rival de Felipe II ; y en Francia por Catalina de Médecis, que ve la posibilidad de lograr un asentamiento francés en Brasil. Don Antonio llega finalmente a un acuerdo con Catalina para conseguir ayuda de hombres y buques de guerra.
El prior de Crato, organizó la flota en Francia para conquistar Portugal desde las Azores, zarpó el 16 de junio de 1582, desde la Bretaña con destino a las Azores. La flota, compuesta por 60 naves y 7.000 soldados, estaba al mando de Fhilippe de Strozzi, primo de la reina madre de Francia, partícipe con ella e establecer colonias francesas en América. Las naves de la escuadra arbolaban la bandera blanca con la flor de lis dorada.
La flota española, de 28 barcos y 4.500 infantes, estaba al mando de don Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa Cruz, que en aquel momento tenía 56 años. Álvaro de Bazán navegaba al mando de su nave capitana, el imponente galeón San Martín de 1.000 toneladas, que disfrutaba con sus 48 cañones de una gran capacidad de fuego. Don Álvaro también contaba con la colaboración de Lope de Figueroa en el San Mateo, de 750 toneladas; y Miguel de Oquendo como responsable de un grupo mercante adaptado a la batalla naval. También se organizó una segunda flota, al mando de Recalde, que saldría desde Cádiz en dirección a las Azores, pero desgraciadamente no llegó a las Azores a tiempo de combatir.
Comienza la Batalla de la Isla Tercera
La flota española, partió de Lisboa el 10 de julio y llegó diezmada, el 22 de julio a la Isla San Miguel de las Azores. Un fuerte temporal obligó a volver a Lisboa a 4 navíos de la escuadra. El día 22, la escuadra francesa llevaba ya seis días esperando a la de Álvaro de Bazán.
Las desproporción de fuerzas ( 2,5 a 1 ) era muy favorable a los franceses que contaban con 60 navíos frente a los 24 los españoles. Después de consultar con sus oficiales y a pesar de la desfavorable situación, Álvaro de Bazán decidió entablar combate y ordenó a sus oficiales del San Martín “soltar” las andanadas de desafío para advertirle al enemigo.
Formó la escuadra española en línea con el San Martín en el centro, flanqueado por los galeones más potentes.
Por ser la mayoría los barcos de vela, esta fue la primera batalla de la historia de galeones, el viento fue una variable muy importante para el desarrollo y desenlace final de esta batalla naval.
23 y 24 de julio. Durante los dos primeros días hubo calma chicha y las escuadras permanecieron enfrentadas a la vista y a la expectativa.
25 de julio. Al tercer día, levantó el viento, los franceses tuvieron la ventaja del barlovento, con el viento en la popa, lo que les permitía avanzar sobre los españoles que les llegaba el viento por la proa.
25 de julio. Por la noche del tercer día, la escuadra española maniobró sin ser detectada y se colocó a barlovento de los franceses. Al amanecer , los franceses fueron consciente del peligro inminente de un ataque español y maniobraron rápidamente para escapar de la mala posición.
26 de julio. Sin ventaja táctica clara, las dos escuadran navegan en paralelo a una distancia de 3 millas y con rumbos opuestos. El viento era flojo. Al mediodía , el San Mateo, a las órdenes de Lope de Figueroa, en una maniobra sorprendente y no planificada por el comandante de la flota, vira y pone rumbo directo a la escuadra francesa. El comandante enemigo, Strozzi, ve la oportunidad de destruir el segundo buque más poderoso de los españoles e inicia el ataque contra el San Mateo con su propia nave, la capitana , acompañado de la segunda nave de la escuadra francesa , la almiranta y tres galeones más pequeños.
Después de disparar contra el San Mateo, los franceses se aproximan para iniciar el abordaje. La Capitana por babor, la Almiranta por estribor , mientras los otros tres galeones le hacen disparos por proa y popa. En este momento, el San Mateo inicia un contraataque a quemarropa con sus cañones y sus 250 infantes proceden con determinación contra la infantería enemiga que intentaban abordarles. Los españoles aguanta bien a pesar de recibir el impacto de 500 proyectiles y sufrir números incendios. Después de 2 horas de combate naval, El San Mateo está muy dañado por las sucesivas descargas, ya no le quedan velas pero continua manteniendo la posición de combate.
Es tal la determinación de la infantería, que Incluso Figueroa tiene que calmar los ímpetus de su soldados ante el inicio de intentos de abordajes a las naves enemigas. Don Lope , tuvo que dar orden a sus hombres de no pasar a la Capitana francesa, que se había rendido, para mantener el combate con la Almiranta.
Transcurridas dos horas desde el primer intento de abordaje, llega a las proximidades del combate, los refuerzos encabezados por la nave de Oquendo, que se lanzo a toda vela entre el segundo galeón francés y el San Mateo. Tras barrer a cañonazos la cubierta del enemigo y ocasionar bastantes bajas, los españoles asaltan la nave francesa y toman el castillo de popa. El navío de Oquendo, está ya muy afectado por los disparos y las importantes vías de agua obligan a su abandono antes de su hundimiento.
Rotas las formaciones, se llega a una situación donde las naves se enfrentan individualmente. Álvaro de Bazán, alcanza la nave capitana de Strozzi, cuando ésta se retiraba con graves daños. La nave francesa acaba siendo abordada por la infantería española y Strozzi es alcanzado con un disparo de arcabuz que posteriormente le ocasionó la muerte.
Los franceses dan por perdidas la Almiranta y la Capitana, se retiran a las 4 horas de iniciarse la batalla naval de Azores o Tercera.
Consecuencia de la Batalla de la Isla Tercera
A pesar de la victoria, las Azores tendría que esperar un año más. Álvaro de Bazán aprovecho su victoria para amarra su flota el 30 julio en Villafranca para reabastecer de agua, reparaciones urgentes y ejecución de los prisioneros.
Los prisioneros franceses fueron acusados de piratas, ya que España y Francia no estaban oficialmente en guerra. Los acusados testificaron no ser piratas, ya que tenían despachos del rey de Francia. D. Álvaro no aceptó estos documentos y los prisioneros fueron condenándoles a muerte. El 1 de agosto, en Villafranca se ejecutó la sentencia
El Prior de Crato, el inductor de la organización de la operación naval, huyó de la Isla Tercera en una nave francesa
La conquista de las islas Azores para Felipe II, supuso la incorporación completa al imperio español de todas las posesiones de la corona portuguesa, sus territorios peninsulares, insulares y colonias de oriente y occidente.
Se decía durante el reinado de Felipe II que «el Sol no se ponía en el Imperio»
Muchas Gracias!
Paco Domingo
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